Para vivir sin miedo...!

Desde hace ya un tiempo he llegado a notar la indiferencia social de la cual sufrimos, los problemas de los otros solo nos importan si es que vemos una afectación directa a nuestras comodidades y estilo de vida. Vivimos ensimismados, no tenemos empatía por lo que le pasa al prójimo y eso se refleja en todos los sectores sociales y en todos los ámbitos de nuestra agenda política.

Nos preocupamos por nimiedades y dejamos pasar asuntos de relevancia sin siquiera prestar un poco de atención, mucho menos interés. El involucramiento de la sociedad es mínimo y siempre tomamos la postura cómoda de “no hay nada que se pueda hacer”

Recientemente en mi ciudad los hechos violentos se han incrementado en cifras nunca registradas, cada día es más frecuente escuchar sobre asaltos, desaparecidos, violaciones, amenazas, etc... 

Uno podría creer que es simplemente el incremento al acceso a la información lo que hace que cada día estemos más “informados” sobre lo que acontece en nuestra sociedad, lo que crea esa ilusión de inseguridad, pero ¡la verdad es que nos estamos volviendo LOCOS! cada día es más notoria nuestra paranoia colectiva, el impacto de la normalización de la violencia en nuestra sociedad está empezando a cobrar forma y fondo. 

Los mensajes de odio trasmitidos a todo momento por los diferentes medios de comunicación nos están aislando y creando una sociedad sin sentido de la comunidad.

Bajo este contexto político- social, inestable en todos sus niveles (local, nacional y global) es que intentamos día con día vivir nuestra vida, buscando siempre el bien personal y dejando de lado los intereses de mi vecino, compañero, esposo e incluso de nuestras generaciones futuras.

Y bajo cualquier ángulo en el cual quisiera analizar el estado actual de la sociedad en la que me desarrollo la conclusión siempre es la misma… ¡Nos vamos a ir todos al carajo!

Pero nunca ha sido mi estilo el ser negativa así que dándole vueltas al asunto trato de encontrar propuestas positivas que logren mejorar nuestra muy afectada sociedad.

En resumen, lo único que desde mi perspectiva puede salvarnos es la unión y organización social, debemos buscar ser más empáticos y pensar en equidad y justicia. Construir redes de apoyo y formar movimientos políticos libres de intereses privados, pensar en el desarrollo sostenible y priorizar en el bienestar global en lugar del propio.

Si algo quiero lograr con este escrito es invitar a la reflexión, sembrar la semilla del positivismo y no encerrarnos en la negatividad infundida por los medios, buscar siempre la manera de ayudar al otro e intentar dejar todos los días algo positivo en este mundo. 


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